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Juanchi Baleirón: “Hace 15 años volvimos a creer en los Pericos”

Con el productor, guitarrista y cantante de Los Pericos hablamos de todo, sin filtro, fiel a su estilo, en una entrevista abierta con el salón de Antares Caballito completamente lleno. El staff de Soy Rock (Marianela Insua Escalante, Pablo Mileo y Leo Ros arrancó preguntando sobre ciertos nombres propios que rodean al músico, como Bob Marley, el cocinero Anthony Bourdain (quien se suicidó el pasado 8 de junio), Twitter y el lugar que ocupan Los Pericos en la escena reggae. Luego respondió algunas preguntas del público y cerró la velada con una bellísima versión de “Redemption Song”, el clásico de Marley, que podrás ver y escuchar más abajo. Estas son 15 frases destacadas de la charla:

Bob Marley

-“Por ahí no me identifico con todo lo extramusical, lo que lo rodea. El tipo le cantó al amor, muchísimo, las canciones más populares del él son de amor. No es que esté sacandole todo lo que es combativo, ni lo importante que fue su mensaje o cómo se plantó. Para mí como artista es un número 1, está a nivel Beatles, a nivel Dylan. Porque para mí tiene una magia especial no solamente su música. Tiene un imán. Para mí Marley está ahí arriba. Por ahí no recibo la influencia directa de él, pero sí su inspiración, su humor, lo que transmite su música, esa cosa de buena onda”.

-“En 1993 tocamos con Ziggy, su hijo, en Obras, antes de que viajemos con Pericos a Jamaica. Les dimos pelotas de fútbol a él, flores para sus hijas y camisetas de Argentina. Después cuando fuimos a Jamaica nos cobraron la entrada al museo… (Risas) Pero todo bien, son así, no lo podés tomar como algo malo, son sobrevivientes. Al jamaiquino en general lo han cagado de todos lados, te lo dicen ellos y la historia misma. Es una isla que ha sido muchas veces maltratada, era un lugar de distribución de esclavos. La parte de abajo es una ciudad áspera. Por eso creo que no es que te quieren cagar, quieren hacer su negocio, no quieren perder un mango. Así fue que Rita nos cobró la entrada, los jugos y todo“.

-“Íbamos caminando por Kingston en el ’93 y nos miraban con caras de ‘estos inglesitos, ¿que hacen acá?’. Cruzabas unas palabras y te hablaban de Maradona y lo relacionaban con el ghetto, las villas de allá, se copaban. Pero ellos tenían el prejuicio de que eras blanco. Se ponían en guardia. Estábamos tocando en la sala de Marley y lo mismo, pero empezamos a tocar y entramos. No estaba muy relajado tocando ahí al principio, era una presión rara. Después nos relajamos, hablamos y todo bien”.

Reggae

-“En el segundo disco Los Pericos dejamos de ser una banda de reggae, aunque teníamos un par de canciones del estilo. En el primero hicimos todo para evocar eso que escuchábamos, como una bandera distintiva de lo que había en el país. Como género no existía acá. Nos subíamos a la movida y lo hicimos con todo: Haile Selassie, África, todo lo que representaba el reggae. Medio cocoliche, quizás hoy lo veo como algo naif. Pero era para decir qué éramos. En el segundo ya hicimos la nuestra”.

-“Nunca fuimos puristas. Nos han considerado del reggae y a veces lo aceptamos para no tener que explicar. Tenemos mucho reggae pero no somos como Los Cafres o Nonpa. Está claro que ellos son 100% reggae”.

-“A mí me sale más fácil el rock que el reggae. Cuando pasé a cantar en 2005 acá florecía fuerte el reggae, y en ese momento nosotros hicimos la que nos pintó. Hubiese sido fácil, como método de supervivencia, haber hecho reggae solo, pero hicimos como siempre. Nos subimos a algo más rockero en 7 por una bronca del momento también, no nos pegaba bien la bronca con un chalón relajado, queríamos hacer algo más rockero”.

-“En los momentos críticos de Los Pericos siempre hubo un grado de inconsciencia sana, en la cual salimos andando con el instinto más que con la razón. Por ahí las apuestas venían en contra cuando se fue Bahiano o cuando salimos con un disco rockero en un momento fuerte del reggae. Pero fue por impulso, no por medir las cosas”.

Twitter

-“Yo juego al Twitter, me gusta hinchar las pelotas ahí. Me río a mi manera, me expongo. Hago chistes boludos y me importa tres carajos, estoy charlando con mis amigos. He tenido momentos de ‘tuitorragia’ exagerada, pero después me acomodé, también a la forma de cómo cambió Twitter”.

-“No tengo palabras silenciadas, ni nada. Mantengo un circuito de gente que me leen y los leo, que incluso pasó a la vida real, a juntarnos como unos nerds a reírnos, a ver las caras detrás de los @. Cuando arranqué fue un lugar de conexión importante, para conocer otra gente”.

-“Al contrario de lo que dice mucha gente, yo no las critico, las redes sociales son sociales, a otro nivel, a otra forma, pero estoy conectado socialmente con ellos. No me gusta cuando se ataca a las redes“.

Anthony Bourdain

-“Él se plantó en un lugar que ningún otro cocinero se había plantado. Los cocineros estaban quemandose, cortandose las manos, buscandose un perfil alto pero dentro de los cocineros. No eran rockstars como ahora. El que la vió fue Mensch (se refiere a Shep Gordon), el manager de Alice Cooper. Él se da cuenta de que los cocineros son re grossos y de pronto se vuelven glamorosos, cancheros, sobrados. Bourdain aparece en un momento con un programa que se llamaba Viajes de un Chef: En busca de la comida perfecta. Lo que hacía era viajar por el mundo comiendo platos exóticos, algo que hoy no suena raro, pero él fue el primero, mostrando comidas callejeras y raras, que describían culturas. Y después con el libro Confesiones de un Chef, donde mostró como eran las cocinas de verdad, sin glamour, sin el ‘rocktarismo’ de los chefs. Lo que mostró era muy crudo”.

-“Cuando vino en 2007 nos volvimos locos. Eramos fanáticos suyos. Lo llevamos a la Costanera a comer chori y bondiolita. Después lo llevamos a la sala de Pericos, tocamos unas canciones nuestras y de Ramones, porque él se crió en Nueva York en una época áspera, en el auge del punk, iba al CBGB y veía a Richard Hell, Talkings Heads, Blondie, toda esa camada de artistas increíbles. Vio a esa camada, se metió todo y también fue un sobreviviente de esa época. Hicimos onda enseguida, hubo cerveza, humo, todo”.

-“No entiendo porqué se mató. Algo no sabemos. Es raro. Venia todo bien. Yo en sus últimos programas lo ví apagado, como pesimista, como rotos los huevos de hablar de comida todo el tiempo. La comida no lo conmovía mucho ya, hacía 10 años que no cocinaba. Pero me parece que era una señal de que estaba mal, no por la comida. Es difícil evaluar desde acá que pasó, pero me parece que hay algo más que sólo él sabe”.

Cómo mantienen viva la llama de Los Pericos

-“Somos una banda de amigos que estamos juntos hace 31 años. Creo que diversificar tus emociones es bueno, no tus entradas económicas. Diversificar las cosas que te mantienen con la chispa ahí, con el hambre, con las ganas. La música tiene eso que puede volverse rutinario, pero hay que darle la vuelta para que no te fastidie. Si hay que hacer una pausa se hace, por ahí pasamos tiempo sin ensayar y solo tocamos en vivo, porque arriba del escenario es otra cosa: ahí sucede la magia, la química. Estamos los seis ahí y tocamos y cada show es diferente para nosotros. Cuando reestructuramos la banda hace 15 años fue un aliciente, un dar de vuelta, y eso renovó la energía. Volvimos a creer ciegamente en la banda, porque sino no hubiéramos salido. Esa situación que fue adversa fue algo que nos puso contra el borde. Nuestra historia tiene ese momento especial. Si nos quedábamos esperando al mejor cantante nos hubiéramos diluido, nos íbamos a atomizar”.

Miami

-“Me encantaría probar vivir en otro lado, pero uno está arraigado a tantas cosas, más allá de las amistades, a los lugares. En los ’90s pensamos con la banda en mudarnos a Miami, porque teníamos mucho público ahí, del trópico hacia arriba. Acá estábamos bien, pero no tan fuertes como afuera. Era la época de ‘Parate y mira’. Quizás nos convenía hacer base allá y movernos a Venezuela, México, Colombia y demás. Quizás hubiera estado bueno económicamente, pero no duró mucho, fueron un par de meses que lo pensamos”.

Adrián Dárgelos

-“Lo llamamos una vez para hacer videos de Los Pericos, cuando Babasónicos había hecho su segundo o tercer disco, no habían pegado el salto de Jessico (2001). Le dijimos que nos habían gustado los videos que hizo con Babas y le pedimos que dirija uno nuestro. Nos juntamos, le mostramos el disco, que era Mystic Love (1998), un disco oscuro que daba para que él haga y meta su mano. Nos dijo ‘Uy, está buenísimo, pero yo hago los videos de mi banda porque justamente es mi banda, y me ocupo porque es mi banda, mi pasión, mi futuro y mi vida. La verdad que hacer videos para otros sería laburar y no hay guita que garpe laburar’. El tipo estaba diciendo que quería morir en la suya, y la verdad es que lo respeto un montón. Aunque en ese momento pensé ‘a este petiso lo quiero matar’. Era un pibe convencido de que la iba a pegar con su banda. Lo dijo con mucho respeto, como que pensó en voz alta adelante de nosotros. Muy rockero, de principios”.

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