Home / Noticias / A 30 años de “Doble Vida”: cómo nació el emblemático disco de Soda Stereo

A 30 años de “Doble Vida”: cómo nació el emblemático disco de Soda Stereo

Un sonido más cercano al funky y al soul. “En la ciudad de la furia”, “Lo que sangra (La cúpula) o “Corazón delator” son algunos de los temas que componen este clásico, que fue grabado en Nueva York. Carlos Alomar, productor del álbum, recuerda a La Viola cómo fue la experiencia.

El éxito acompañó a Soda Stereo a lo largo de 1987. El trío era el grupo más importante del rock latino. Sus canciones sonaban con todo en la Argentina y a lo largo de Latinoamérica, donde crecía potencialmente el número de fans. Esto se puede apreciar en Ruido Blanco, un disco grabado en vivo que documentó esas extensas giras.

Gustavo CeratiZeta Bosio y Charly Alberti decidieron tomarse unos días de descanso. Pero Cerati se encerró en una habitación, en el departamento donde vivía en Belgrano (en el “4 B”, como dice la canción), que lo tenía equipado con sus “chiches tecnológicos”. Fue ahí donde nacieron las canciones que formarían parte del disco Doble Vida.

“Tenía prácticamente definido lo que después fue ‘Lo que sangra (La cúpula) y también bocetos muy avanzados que le faltaban las letras como ‘La ciudad de la furia, “En el borde´’ y ‘Pic Nic en el 4 B’. La hiperactividad de Gustavo me pareció impactante porque contrastaba demasiado con mis ansias de relax: de haber podido tomarme un año de descanso, lo hubiera hecho sin problemas. En lugar de parar, él había estado todo ese tiempo trababajando y proyectando, con ideas muy claras”, describió Zeta en su libro “Yo conozco ese lugar“.

“La preproducción de Doble Vida se diferenció de los discos anteriores, en los que trabajábamos comunitariamente en el estudio, con los temas abiertos y para nada terminados. La comunión entre Gustavo y su grabador de ocho canales produjo un cambio en nuestra manera de desempeñarnos como banda”, agregó el bajista.

En febrero de 1988, Gustavo Cerati conoció a Carlos Alomar, guitarrista de David Bowie y que compuso el clásico “Fame” junto a al Duque Blanco y John Lennon, en una casa de ventas de guitarras, propiedad de un argentino. Quedaron en contacto para una posible producción del músico puertorriqueño en el quinto disco del trío. El grupo tenía en mente la participación de un artista importante. Hasta se pensó en Mark Knopfler de Dire Straits. Al mes siguiente, Alomar confirmó su participación al escuchar el demo con las nuevas canciones con atención.

En junio, Cerati, Zeta y Alberti se instalaron en Nueva York para darle vida al álbum. A lo largo de una semana, la banda ensayó junto a Alomar en una sala de Wall Street, al Sur de Manhattan. Luego se trasladaron a Soho, a los estudios Sorcerer Sound y el técnico Andy Heermans. En esas sesiones también participó el tecladista invitado de Soda, Daniel Sais. The Borneo Horns/Tower Of Power fueron los encargados de agregar la sección de vientos a algunos de los temas.

A lo largo de 40 días, los músicos grabaron las canciones de Doble Vida, de una forma completamente distinta a la que estaban acostumbrados. Alomar le pidió de grabar todos juntos, para agregar después algunos arreglos y las voces. Su intención era de dar con un sonido más americano y funky. La primeras sesiones fueron tranquilas, pero el clima fue cambiando con el transcurso de las grabaciones. Cerati quería que cada arreglo sonara como en el demo original. “En algunos aspectos actuaba como si fuera el dueño de la banda, algo que a mi me angustiaba mucho y que terminó afectando la grabación…ser el músico de un solista no era algo que estuviera en mis planes. Seguiría siendo una de las tres partes creativas de la banda”, recordó Zeta.

“Fue una tarea de amor. Eran muy jóvenes y tenían un gran entusiasmo. No se podían deprimir. Si yo les decía que no me gustaba una determinada canción, me traían otra. Si había un arreglo que no funcionaba, me traían otro”, recordó Carlos Alomar a La Viola.

Doble Vida marcó un salto en el sonido del grupo. Fue un acercamiento al soul y al funky en temas como “En la ciudad de la furia”, “Lo que sangra (La Cúpula)”. “Fue una producción muy especial. Yo quería un sonido moderno, con mucho poder. Un trío tiene que funcionar como tal. No puede estar la guitarra al frente y los otros dos atrás. La voz de Cerati, que era muy buena, estaba por arriba del resto y esas letras tenían un vuelo especial”.

El productor buscó reflejar en el disco toda la energía que la banda desplegaba en vivo: “Queríamos que sonara con todo, con mucha fuerza. Creo que lo pudimos transmitir en el disco”.

En aquel tiempo, Nueva York abría sus puertas a nuevos sonidos marcados por el rap o el hip hop. Alomar logró que Soda grabara el único rap de su historia. Para la época era vanguardia, ese género no tenía cabida en no entraba en el rock nacional. Fue una perla que no se volvió a repetir. “Durante ‘En el Borde’. Zeta entró a la sala y dijo: ‘¿Vas a grabar un rap?’. Yo soy rockero, pero decidí hacerlo. Fue importante que Soda, con el prestigio que tenía, hiciera algo distinto”.

Durante su estadía en Nueva York, Cerati, Zeta y Alberti estuvieron presentes en importantes eventos, conocieron nuevas personalidades, y brindaron algunas entrevistas. Era una forma de posicionarse en el mercado latino de los Estados Unidos. Para festejar el final del trabajo en el estudio, una revista organizó una fiesta en la discoteca The Tunnel, una de las más importantes de la ciudad norteamericana.

El 15 de septiembre de 1988, Doble Vida salió a la venta con tapa de la diseñadora Tite Barbuzza y Alfredo Lois. La cara de los tres integrantes rodeado de céntricos edificios porteños, todo un emblema para la época.

 Sin descanso, Soda arrancó una gira con 25 shows en México y tres shows en Colombia. En noviembre tocaron en vivo algunos de los nuevos temas en el famoso programa de Canal 13, “Badía & Cía”. El 3 de diciembre de 1988, el grupo se presentó ante 25 mil personas en la cancha de hockey de Obras. El 27 de diciembre formaron parte del festival “Cinco Años de Democracia”que se realizó en Buenos Aires, en el cruce de la Avenida del Libertador y la 9 de Julio, ante 150.000 personas y junto a Luis Alberto Spinetta, Fito Páez, Los Ratones Paranoicos, Man Ray y otros.
“El nuevo disco tiene una mezcla entre el sentimiento de Nada Personal y la musicalidad de Signo. Es el regreso a algo más funky y soul con una temática y un sonido más cercano a Ruido Blanco”, definió Gustavo Cerati sobre Doble Vida. A tres décadas de su salida, canciones como “En la ciudad de la furia”, “Lo que sangra (La cúpula) o “Corazón delator” siguen sonando con mucha fuerza.
Tn La Viola
link

QUE TE PARECIÓ LA NOTICIA