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Investigación inédita en Córdoba: usar Whatsapp mejora el uso de la lengua en alumnos secundarios

En lo que sería una investigación que va a contramano de lo que podría indicar el sentido común o bien las opiniones generalizadas, el trabajo de tesis de una egresada de la Facultad de Lenguas de la UNC ha demostrado que el uso del Whatsapp mejora las competencias lingüistícas de los alumnos de escuelas secundarias de Córdoba.

¿Cómo? ¿Es posible que en medio de tanto emoji, expresiones como ETC, ATR u otras similares, utilizar “x” para no poner la palabra completa, los chicos puedan mejorar el uso de la lengua? Al parecer, y de acuerdo a este trabajo, sí.

Lo cierto es que en Argentina, 8 de cada 10 personas mayores de 4 años utilizan celular, según un informe del Indec.

La propagación de dispositivos tecnológicos, entre ellos los celulares, ha influenciado diferentes aspectos de nuestra vida, incluso el uso cotidiano del lenguaje.

Un nuevo fenómeno surgido en ese ámbito es la multiplicación del ciberlenguaje o lenguaje chat, un modo de lenguaje que surge mediante el empleo de dispositivos electrónicos, cuya principal característica no es su movilidad sino que sus usuarios se encuentran siempre conectados.

Frente a esa tendencia, Karina Vanzo, egresada de la Facultad de Lenguas  desarrolló el trabajo final donde analizó el uso del ciberlenguaje mediante la aplicación WhatsApp en estudiantes secundarios en la ciudad de Córdoba.

Los resultados del estudio describen la utilización del ciberlenguaje en las aulas.

Según las conclusiones, el uso de WhatsApp puede mejorar competencias lingüísticas de sus usuarios porque estimula el uso lúdico del lenguaje y la escritura creativa; porque mejora capacidades de regular procesos de aprendizaje; porque mejora la conciencia fonológica; y porque no empeora capacidades ortográficas.

“En la actualidad, debido a la instantaneidad, nos comunicamos con una prosa nueva por lo que tenemos que considerar que las competencias tradicionales, específicamente la lingüística, está cambiando y está siendo reemplazada por otros tipos de competencias que tienen que ver con el uso de las nuevas tecnologías. De hecho, una competencia comunicativa que puede mejorar y habría que trabajar en las aulas, o tratar de poner de relieve, es justamente la pragmática”, afirma Karina, autora del trabajo final titulado“WhatsApp, la oralización de la escritura”.

En cuanto al concepto del error, la joven advierte que está siendo resignificando: “Tanto los errores ortográficos, como los gramaticales o de sintaxis se modifican, ya que el tipo de escritura deja leer las palabras como están escritas; por lo tanto, estamos ante la presencia de una nueva forma de escribir que es perfectamente entendible”,agrega en diálogo con el portal Unciencia, de la UNC.

El estudio sugiere que la utilización de lenguaje chat implica necesariamente por parte de los usuarios una buena capacidad cognitiva para dominar determinados usos creativos de la escritura móvil, es decir, deben saber diferenciar diferentes registros y tener conciencia de la diversidad de cada uno.

Siguiendo los conceptos de Daniel Cassany, el trabajo afirma que al leer y escribir mensajes en el móvil se incrementa la exposición de la escritura y al utilizarse esta con audiencias reales se fomenta la metacognición.

Además, al simplificar el texto se desarrolla la conciencia fonológica, o sea, se reconocen los sonidos del lenguaje hablado.

El trabajo permite afirmar que la utilización de una escritura que combina ideogramas (significantes visuales no verbales, como los emoticonos emojis), con letras y profusión de signos de puntuación sirve para la construcción de una identidad personal.

“Hemos observado que los rasgos ortográficos, fonéticos, fonológicos, morfológicos y semánticos constituyen el soporte para vincular escritura con oralidad. Así encontramos una ortografía variable, despojada de la norma y al servicio de la expresividad”, especifica Vanzo.

En el marco de esa combinación de registros, las incorrecciones son aceptadas y entendidas como irrelevantes para el propósito comunicacional.

Por eso, se concluye que los hábitos de escritura de los estudiantes en sus mensajes no cambian lo que saben (o no) de ortografía.

“La tecnología no empeora la ortografía de las personas. Desde siempre, con o sin teléfonos móviles o dispositivos, la buena ortografía procede del hábito de la lectura. Es importante reconocer que la aplicación WhatsApp es un espacio privado”, agrega la autora del trabajo de investigación.

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