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El regreso de GIT: Con todas las ganas y sin reproches

Lo curioso del camino de GIT es que en plena presentación de acaso el álbum más emblemático de la historia del rock nacional como Clics modernos (¿comparte el primer lugar del podio con Artaud?), y luego, repetir el ciclo con grabación incluida de Piano Bar, ambos discos de Charly García, el trío Pablo Guyot, Willy Iturri y Alfredo Toth, en dos años y medio, selló en los estudios los tres discos más importantes de su carrera. Fueron: GIT (1984), Volumen 2 (1985), conocido como el “disco negro” del grupo y Vol. 3 (1986), que contienen éxitos como Ana (La calle es su lugar), Siempre fuiste mi amor, No hieras mi corazón, Es por amor y Buenas noches Beirut, entre otros.

“Es verdad. Teníamos poco tiempo, pero estábamos muy bien en esos años; bastante sanos de la cabeza, dentro de todo. Después estuvimos peor (risas)”, cuenta Guyot, al lado de Iturri y Toth, en una sala de ensayo en el barrio de Saavedra, haciendo alusión a sus días musicales junto a García y a las separaciones y uniones del grupo. A las peleas varias que hubo entre ellos, y hasta algunas trompadas que se cruzaron.

-¿Willy fue el culpable de separaciones y regresos?

Guyot: Sí… Cuando Willy decide, tocamos (risas).

-Tiene la última palabra, entonces.

Toth: No, Willy tiene la primera, Pablo y yo la última (risas).

Iturri: Lo que pasa es que me fui del país. Me cagaron plata con el corralito… era imposible laburar en esa época y me cansé. Tenía ganas de estar en otro lugar. Fue Chile, después México. Explotó mi cabeza en el ’90 (risas)… Pero te confirmo que llevo 18 años sobrio.

-¿Hubo, además, choque de egos?

Toth: No hubo egos.

Guyot: Hubo boludeces. Uno siempre es un pelotudo en algún momento de su vida, pero por algo hoy en día podemos estar juntos. Nunca tuvimos una traición, o algo fuerte, entre nosotros. No tenemos nada que reprocharnos. Ninguno.

Iturri: Hace tiempo no pasaba que terminemos de ensayar y nos demos un abrazo porque estamos felices de cómo está sonando.

Guyot: Estamos más relajados y sabemos querer mejor que antes.

Este terceto que tocó con García en los inicios de su carrera como solista, tuvo un contexto favorable en los ’80 para potenciarse como banda, y su sonoridad pop rock, con claras influencias de la new wave donde surfeaban sus hits, fue la avalancha que les permitió irrumpir fácilmente en una Latinoamérica deseosa de ese sonido.

Es que GIT, al unísono con Soda Stereo, Virus, Los Abuelos de la Nada, Charly (y más tarde Fito Páez), fueron los primeros artistas en exportar el rock argentino hacia otros países de habla hispana del continente. Por cierto: una estelar proyección, masiva, en toda Latinoamérica.

Guyot-Iturri-Toth, después de idas y vueltas, volvieron a sentir la magia de estar juntos y tocarán en Buenos Aires, el 26 de agosto en el Teatro Coliseo; y en Córdoba, nueve días antes, junto a Babú Cerviño en teclados y Guillermo Cudmani en guitarra. Además, el trío confirma la reedición de todos sus discos en formato vinilo y CD, mientras espera su distinción como “Personalidad destacada de la cultura”, el 19 de junio en la Legislatura porteña, y anticipa su retorno a los escenarios del continente.

-¿Cuál es la diferencia con la reunión del 2010?

Iturri: Esta vez nos juntamos a almorzar. Hacía tiempo que no nos veíamos, y coincidimos en que todos queríamos volver a tocar. Entonces nos empezamos a mover, sin tanta parafarnalia, sin empresas detrás, manejando más las cosas nosotros, con un staff de gente, pero más reducido que en 2010. Cuando empezamos a tocar notamos que la química estaba intacta. Sobre todo nuestra relación interna. Antes estábamos presionados… Ahora estamos disfrutando lo que estamos tocando. Me encanta oír tocar a Pablo y Alfredo.

Guyot: La realidad es que nos divertimos mucho. Produciendo con Alfredo, también, pero tener un respiro y salir a la luz… Es como estar adentro de un cuarto, todo el tiempo, y salir a la playa…

Toth: La playa es más linda…

-En la unión anterior habían prometido hacer un disco en vivo, ¿qué pasó?

Guyot: Ese disco en vivo todavía está guardado por ahí. Es más, estamos pidiendo a un amigo que lo rescate.

-¿Por qué creen que el sonido de la década del ’80 fue el que más pegó en Latinoamérica?

Guyot: Fue una suerte estar en ese momento, para nosotros. Pero estábamos bien parados como para bancárnosla. Habían muchas bandas y nosotros estábamos en un muy buen momento. También el país se daba, porque había vuelto la democracia y había un pub para que una banda tocara en cada esquina. Ahora los pibes pagan por tocar; eso es un garrón tremendo… No sé. Simplemente fuimos la generación de los ’80. Lo de esa década fue una exageración. Llegamos a Chile con Clics de Charly y nos empezaron a conocer. En el ’84 fuimos a tocar a la Universidad de Lima. Con esa plata bancamos un boliche en Chile. Tres meses después llenamos un estadio. Un delirio.

Iturri: El amor que sienten por nuestra música es impresionante. Siempre hablan de la forma de tocar de cada uno de nosotros… les gustamos. Y las ocho o nueve bandas de la época eran impresionantes. Teníamos la oportunidad de verlos cuando íbamos a La Falda, por ejemplo, y cada grupo que subía era personal, con su propia firma… Y se dio salir a tocar afuera del país con éxito arrollador.

-El riff de “Ana” tiene un ángel especial. ¿Cómo y dónde estabas, Pablo, al momento de crearla?

Guyot: Fue en medio de la etapa que estábamos presentando Clics modernos con Charly. Me salió en dos minutos y creo que fue en La Lucila. Primero salió el sonido del verso, después del estribillo y recién, a lo último, el riff (lo canta). Los chicos después le dieron una vuelta de rosca y mejoró mucho el tema. En ese momento parecía que era de los que más iba a pegar. Pero del primero, hubo bastantes temas que nos gustaban.

-¿Tienen ganas de volver a componer?

Guyot: Sí, tenemos ganas.

-¿Hoy cómo sonarían? ¿Sienten que están muy atados al sonido de los ’80?

Guyot: Si hiciéramos algo nuevo no haríamos lo mismo. Sería algo con un sonido más fuerte, pesado. Lo más moderno que podamos. Uno está siempre absorviendo la música que tiene alrededor. Por ejemplo, la época de Charly o Bowie tenían que ver con lo que pasaba en todo el contexto. Es mucho tiempo, tenemos que parar, ponernos con eso exclusivamente. Si estamos con todos laburos juntos es muy difícil componer. Estamos produciendo… tocando… Ahora, cuando tocamos en vivo, los temas los tocamos como son, porque te piden eso y hay que respetar las canciones que compusiste.

-Claro, pero, insisto: con Charly sí tenían tiempo de componer y salir de gira con él o grabar…

Guyot: (Risas) Otras épocas, estábamos afilados.

-Se van a reeditar todos sus discos en vinilo y CD.

Toth: Me parece genial porque no tengo ninguno. No tengo ni idea donde están (risas).

Guyot: Yo sólo tengo un casette de Primera sangre (1988) y tengo medio disco, así simple, partido, que dice: “Pablo Guyot y Calamaro”. Porque Andrés pasó un día y me ayudó con un 30% de la letra, pero buenísima, de Tinta invisible.

-¿Sus discos preferidos de GIT cuáles son?

Guyot: El primero.

Toth: El primero.

Iturri: El primero y el último.

-En el último, Distorsión (1992), hay una evolución en la sonoridad de GIT, más vientos…

Guyot: Habíamos llegado a otra cosa; era más rockero, había un poquito de blues. Me parece que quisimos hacer un cambio grande con un sólo disco, como una transición. Y no se logró porque no seguimos más…

-¿Qué les pareció el disco de Charly?

Guyot: Siempre que lo escucho saco partes que son buenísimas. Las melodías que tiene me gustan mucho, yo no las podría hacer.

Toth: Siempre es bueno escucharlo. Lo queremos mucho, esa es la verdad.

Iturri: Lo invité a estar con nosotros así que en cualquier momento aparece…

-Serán “Personalidad destacada de la cultura”. ¿Qué sienten al respecto?

Toth: Se agradece mucho, nos hace bien, es un gran honor.

Iturri: Y vamos a tocar algo en la Legislatura, invitamos a todos, porque vamos a presentar oficialmente la unión de GIT en este 2017. Muy agradecidos estamos… pero no nos hace personas más importantes. ¿O podemos postularnos para un puesto político? (risas)

-Tres uniones, dos separaciones. ¿Qué vida le piensan dar a GIT?

Guyot: ¿Seguiremos reuniéndonos y separándonos cada tanto?

Toth: Y no nos queda mucho tanto (risas).

Iturri: Esto tiene un comienzo y ningún final por el momento. (Fuente:Clarin)

GIT toca el 26 de agosto a las 21, en el Teatro Coliseo (Marcelo T. de Alvear 1125). Entradas desde $440, por Ticketek.

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