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Daniel Buira: “La percusión en el rock es todavía un manual de Santana”

El baterista y percusionista, reconocido por haber integrado la banda de rock Los Piojos desde sus inicios hasta el 2000 y por haber fundado la Escuela de Percusión La Chilinga hace ya más de dos décadas, lanzó “Quilombo”, el primer disco que en 45 años de vida decide encarar en formato solista.

“Surge por una idea de querer grabar un disco propio, un disco que pueda hacerlo solo e incluir todas las ideas que tengan que ver con el tambor, con los ritmos. Después de haber grabado muchos discos con diferentes artistas, encontré la posibilidad de realizar mi disco y lo grabé”, explica Buira, que colaboró con más de una treintena de álbumes de artistas de distintos géneros, en entrevista con Télam.

En esta nueva puesta discográfica se encuentran “todos los ritmos de diferentes exponentes de la música con los que trabajé. Hay un poco de Los Piojos, de Vicentico, de Los Caballeros de la Quema, de Calle 13, entre otros. Es una muestra de todo lo que grabé”, resume el percusionista, que también participó en trabajos de Juan Carlos Cáceres, Arbolito y Fabiana Cantilo.

Es así como a lo largo de las diecisiete canciones que integran “Quilombo” se desglosa una identidad propia que se construye con sonoridades de la psicodelia y del caos percusivo en temas como “Haciendo camino” y otras, con una cadencia más definida como “Caer” o “Acá están, estos son”, que guía a través del canto y la letra.

Entre este último tipo de canciones se destaca “Sos negro”, un tema que Buira compuso a sus 15 años y que refleja “todo lo que lamentablemente se dice de ellos”, manifiesta, al tiempo que confiesa: “Sentía que tenía que hacer una canción que los reivindicara por todo lo que sufrieron”.

Y tal vez podría resumirse su genoma musical en “Saluditos”, una canción en la que homenajea a más de 40 artistas y cuyo puntapié inicial consigna: “Yo soy lo que ellos me dieron”. En tal sentido, sostiene que no hay percusionistas malos ni buenos y que cada uno tiene su estilo.

@fotoI@ “Hay algunos a los que conocí a través de sus shows o escuchando el trabajo que hacían con otros alumnos, pero su referencia fue muy importante para mi comienzo y crecí por ejemplo con Horacio López, al que lo conoce muy poca gente. Pero también hubo otros que fueron conflictivos en la vida y me clarificaron lo que debía y no debía hacer”, cuenta.

En esta travesía que marca un inicio en solitario, Buira es escoltado sobre el escenario por los músicos de la agrupación Wernicke Bombay, a quienes primero describe como amigos y luego como músicos que también integran La Chilinga, escuela que creó a mediados de la década del 90 y que actualmente suma más de 900 alumnos en sus cinco sedes.

Es que además de construir su carrera entre los desenfrenos del rock y los colores del candombe, entre baquetas, timbales y bombos, también supo hacerse camino sobre el terreno de la pedagogía, con los talleres y la banda de la institución, que lo tiene como director de tambores y que ostenta cinco álbumes editados.

Y La Chilinga fue también el sitio que el percusionista eligió para grabar, junto a Amadeo Álvarez (arreglos, coros y guitarra), su álbum “Quilombo”, y donde germina el proyecto de inaugurar “un estudio para grabar murgas y bloques de percusión tal vez en los próximos meses, si llegamos bien con los gastos que tenemos. Será un estudio popular, donde puedan grabar todos”.

Télam: ¿Cuánto de la Chilinga y cuánto de Los Piojos encontrás en tu nuevo proyecto en solitario?
Daniel Buira: Creo que tiene tanto de Los Piojos como de La Chilinga, es el mayor parentesco, y también quizás con Vicentico, porque son con los que más toqué y más allegados tuve. La Chilinga es mi referente, es donde pude construir una escuela y mostrar los ritmos y con Los Piojos pude combinar el arte del tecno con lo rioplatense.

T: ¿Cómo definís esta nueva síntesis musical?
DB: Si bien es un disco de producción, no es un disco latino. Todo disco de producción tiene que tener la salsa, el son, la bachata, pero no es un disco latino. Es un disco que refleja el rock, que refleja lo que yo curtí y estudié, entonces es un disco más allegado a Lou Reed por ejemplo.

T: ¿Se renueva la percusión a lo largo del tiempo?
DB: Se reactualizan los ritmos pero no los tambores. Los tambores son siempre los mismos o parecidos o van rotando pero lo que sí cambia un poco, acompañado por la moda también, son las rítmicas. Hoy en día está muy de moda el hip hop y el rap, y tiene que ver con un estilo rítmico de Centroamérica, eso es lo que va girando. Capaz que dentro de 10 años suena muy fuerte Jaime Roos, el ritmo uruguayo.

T: ¿La percusión es imprescindible en el rock?
DB: No, creo que no, me parece que todavía en el rock se está tocando de la manera en que lo hizo Carlos Santana con “Abraxas” (su segundo disco solista, publicado en 1970) o un poquito más. La forma de crear o tocar percusión en el rock es todavía un manual de Santana, no se cambió esa forma de tocar. Si se cambia puede ser imprescindible, pero por ahora no.

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