Caballeros de la Quema tuvo su noche de nostalgia en La Plata

“No sé cuánto tiempo esperaron esto ustedes, pero nosotros sí que no lo esperábamos”, dijo Iván Noble antes de tocar el clásico “Carlito”, sobre la recta final del show que dio Caballeros de la Quema en el Estadio Ciudad de La Plata. Por delante, cientos de celulares titilando en el aire capturaban lo que algún tiempo atrás parecía improbable: a quince años de su separación, la banda nacida en Morón a principios de los 90′ volvió (¿sólo por una noche?) para revivir su importante catálogo de hits ante un público mayormente adulto que buscaba reconectarse con alguna capítulo perdido de su pasado.

En casi dos horas de show, la banda liderada por Iván Noble refrescó con gracia su pócima romántica, barrial y futbolera que marcó a buena parte de los 90′ con lapsos de rock duro (“Pejerrey” y “Patri”), algo de reggae dulzón (“Saliendo a ver” y “4 de copas”), y pulso baladezco (“Mientras haya luces de bar” y “Otro jueves cobarde”). Como era de esperarse, el listado se sostuvo indefectiblemente en La paciencia de la araña, la obra cumbre de Caballeros de la Quema que sonó de modo viral sobre el final del siglo pasado, con versiones de “Todos atrás y Dios de 9”, “Malvenido”, “Rajá rata” y “Avanti Morocha”. Pese a algunos problemas de sonido y a la evidente falta de rodaje, la banda sostuvo esta reunión en la vigencia de ese catálogo de hits que todavía parece inmune al paso del tiempo. Noble, de buen desempeño durante todo el show, parecía revitalizado en el contexto de una banda de rock.

“Había gente que en aquel entonces no existía y que ahora existe, y la queremos tener arriba del escenario”, introdujo el cantante, ya sobre los bises, antes de abrirle paso a su hijo y a los hijos de sus compañeros para cargarse una multitudinaria versión de “Oxidado”, uno de los cortes clave de La paciencia… Después, ya con las luces del estadio encendidas, entre besos y abrazos con su equipo, evitó referirse al futuro. ¿Habrá más que esto? “¡Hasta siempre!”, dijo Noble, dejando en el aire la incógnita.